Fue condenado este martes a 23 meses de prisión y al pago de 18 millones de euros por eludir el pago de impuestos por 5.700.000 de euros, aunque no deberá purgar su pena en la cárcel, según lo estableció la Justicia española.
El delantero reconoció los hechos ante el Tribunal de la sección 17 de la Audiencia Provincial de Madrid en una audiencia que se celebró tras el acuerdo alcanzado entre la defensa del jugador y la Fiscalía.
No obstante, el portugués deberá cuidarse de no infringir ninguna ley penal en España porque ello podría significar la reclusión.